Mi primer sentimiento fue de indignación, un ataque es un ataque; después vergüenza ajena, como es posible que lo hayan permitido, etc, etc.

Pero al final, me alegro y mucho, no por la supuesta "defensa de la libertad de expresión", y menos por el Universo, esas son pamplinas; sino por que esto pone al desnudo las muy serias deficiencias en cuanto a seguridad informática de que adolece en general el Ecuador.

Espero que este shock sirva para que ahora si tomen en serio políticas técnicas que permitan enfrentar este tipo de amenazas, antes de que suceda algo más serio. A la red hay que entrar con protección.

Saludos cordiales.